Mejora tu salud y refuerza tu organismo con “antibióticos” naturales

La naturaleza es sabia y nos ofrece una gran variedad de antibióticos naturales como plantas y alimentos que, gracias a la combinación de compuestos que los forman y a sus propiedades naturales, pueden ayudarnos a reforzar nuestro organismo, aliviar síntomas y enfermedades y combatir bacterias.

¡Estos alimentos son algunos de ellos!

Ajo

El ajo es el rey de los antibióticos naturales por excelencia. Ayuda a acabar con las infecciones sin importar su origen, ya sean bacterianas, virales o de hongos. 

Este alimento tiene beneficios antibacterianos y antivirales al tratarse de un gran antiséptico, por lo que nos ayuda a prevenir alergias y resfriados.  La combinación de sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios lo convierten en un excelente alimento frente a la prevención de enfermedades cardiovasculares, al ayudar a regular la presión sanguínea. 

Además, el dialil-sulfuro puede potenciar la producción de la proteína ferroportina, ayudando a movilizar el hierro desde las células a donde se requiera. 

Jengibre

Destaca por sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias y antibacterianas. Su consumo en infusiones o alimentos ayuda a combatir infecciones orales, estomacales e intestinales. 

Cebolla

Es uno de los antibióticos naturales más importantes que existen después del ajo, gracias a la combinación de sustancias que la conforman. Contiene gran cantidad de oligoelementos, minerales, vitaminas y agua.

Al contener glucoquinina, compuesto conocido como la “insulina vegetal”, ayuda a disminuir los niveles de azúcar en sangre. Su alto contenido en fibra ayuda a prevenir problemas de estreñimiento, ayudando a regular el proceso intestinal. 

Posee funciones diuréticas, colaborando en la depuración de los riñones y el organismo. Es beneficiosa para infecciones de las vías respiratorias. También ayuda a combatir todo tipo de parásitos intestinales gracias a su gran poder antibacteriano y antifungicida.

Aloe Vera

El Aloe Vera contiene vitaminas A, B y C, mucílagos, ácidos grasos, taninos y aminoácidos. Es en su pulpa donde encontramos todas sus propiedades beneficiosas. 

Posee una capacidad regenerativa de las células de la piel y los tejidos internos. Ayuda a tratar problemas de la piel como acné, forúnculos e infecciones por bacterias y hongos, así como a aliviar irritaciones, picaduras, picores y quemaduras. Tiene un efecto analgésico gracias a su poder antiinflamatorio y analgésico, por lo que es de gran utilidad en el tratamiento de tendiditis, torceduras o contusiones. 

Finalmente, su poder antibacteriano es eficaz frente a varias cepas bacterianas, contribuyendo a mejorar la digestión, úlceras bucales, problemas del hígado y urinales.

Romero

Esta planta contiene más de 40 principios antibacterianos y más de 20 antivíricos. Su uso en infusiones puede ayudar a combatir os gérmenes de las enfermedades respiratorias e intestinales. Además, contiene propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, desintoxicante y es un buen tónico hepático. 

Tomillo

El tomillo es una planta rica en aceites esenciales como timol, carvacrol, cimol, borneol y linalol, así como minerales, taninos, flavonoides y vitaminas. 

Es considerado un gran fungicida y bactericida gracias a sus propiedades antisépticas y bacteriostáticas. Debido a su efecto carminativo, ayuda a disminuir los cólicos, las flatulencias y los dolores estomacales. Finalmente, sus aceites esenciales ayudan a paliar los efectos de afecciones respiratorias como resfriados, bronquitis y asma. 

Vinagre de manzana

El vinagre de manzana posee oligoelementos y muchos minerales vitales para el organismo como potasio, calcio, magnesio, fósforo, cloro, sodio, azufre, cobre, hierro, solicio y cloruro. Es un remedio natural excepcional para dolencias y enfermedades como infecciones fúngicas, problemas genéricos de la piel que conducen a supuración, pus o picazón, quemaduras en la piel, infecciones vaginales e infecciones del oído. 

Clavo

El clavo es rico en aceite esencial, taninos, resinas, celulosa, mucílagos y ácido oleanólico. Tiene propiedades antisépticas, sobre todo a nivel respiratorio y de la piel, tratando problemas de mucosidad, flemas, hongos de la piel y de las uñas. Su aceite esencial contribuye a la reducción de flatulencias, ardores de estómago y en las digestiones difíciles. Es un gran antihelmítico, ya que usado como vermífugo ayuda a la expulsión de gusanos intestinales. Finalmente, su uso en infusiones tiene efecto analgésico ayudando a calmar dolores. 

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